Del telégrafo al teléfono e internet: Conoce la historia de las telecomunicaciones

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Del telégrafo al teléfono e internet: Conoce la historia de las telecomunicaciones


¿Cómo hemos pasado de comunicarnos a través de complicados sistemas de cableado a poder mandar mensajes de manera instantánea a través de ondas que ni siquiera vemos? El recorrido y avance de las telecomunicaciones en España se ha desarrollado en poco más de un siglo dándonos acceso a una forma de vida que antes ni imaginaríamos.

A lo largo de estos más de 100 años, encontramos distintas épocas y momentos claves para conocer el camino al día de hoy en la transmisión de todo tipo comunicación a distancia. Y aquí te las contamos: toma nota.


Primera parte: hasta mediados del siglo XX


Justo antes de llegar al siglo XX, la tecnología encuentra un ambiente que fomenta su desarrollo en España. Si en otras partes del mundo, como Estados Unidos y algunos países de Europa, el desarrollo científico y tecnológico llevaba décadas en auge, en España apenas existía un contexto de investigación o desarrollo que permitiera la invención e instalación de cualquier tipo de telecomunicación.

Esto es en parte por un contexto social y político lleno de turbulencias, que provocaron cierto retraso industrial. Por ello, la instalación telegráfica se realiza principalmente a base de sistemas extranjeros, por lo que el telégrafo no cuenta con una industria nacional que lo desarrolle.


La industria de la radio y el teléfono en España


A comienzos del siglo XX, en 1902, aparece la compañía “Telegrafía y Telefonía sin hilos”, pero no será hasta 1917 que una compañía española, fundada por Antonio Castilla, comienza la construcción e introduce dispositivos para emitir y recibir ondas de radio.

Unos años después, se constituye la CTNE: Compañía Telefónica Nacional de España, la cual se nutría de todo el material telefónico de fabricación externa, tendrá que llegar 1926 para que una renovación de la forma de proceder industrial en nuestro país hiciera que se empezara a producir material para telecomunicaciones de procedencia española. Aquí es cuando comienza realmente un alto nivel de desarrollo en este sector en nuestro país.


Segunda parte: el fin de un milenio


Tras el crecimiento experimentado y el paralelo desarrollo de la sociedad, que supone un aumento constante de más y mejores sistemas de telecomunicaciones, la industria e ingeniería española se fortalece y se afianza una red industrial propia que permite no sólo proveer de instalación y dispositivos al territorio nacional sino también llevar a cabo políticas de exportación.

Esto viene facilitado por medidas proteccionistas, que hacían más sencilla la exportación que la importación de sistemas de radio y telefonía hasta que, en la década de los 70 este sector alcanza un peso fundamental dentro del mercado industrial español. Esto también propició la creación de múltiples empleos en este ámbito. Por otra parte, en esta misma época, en otro lugar del planeta, ya se estaba gestando una tecnología que lo cambiaría todo: internet.


La apertura del sector de las telecomunicaciones


En los últimos 30 años de este siglo, se pone fin al monopolio que estaba asentado en las redes de telecomunicaciones españolas: el suministro de cables y dispositivos de transmisión y conmutación. Este fin da pie a la creación de más industrias en el territorio español, a partir de cuyo desarrollo se crea el llamado “Grupo Industrial Telefónica”, que consigue agrupar a multitud de empresas del sector.

A pesar de la continuación del desarrollo de la industria de las comunicaciones, la crisis que aparece en la década de los 90 genera una disminución de la producción y del ritmo de progreso que ostentaba este sector. A ello se une la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones que, al fomentar la competencia entre compañías para conseguir clientes, genera una política de lucha de precios que desencadena una progresiva deslocalización de la producción de telefonía y resto de telecomunicaciones en España, lo que desemboca en cierres de fábricas y búsqueda de opciones de fabricación más económicas.


Tercera parte: actualidad y telefonía móvil


Si hay algo que marca el inicio del siglo XXI en el área de las telecomunicaciones, es el desarrollo y progresiva integración en la vida diaria de los teléfonos móviles e internet. Esto, por supuesto, provocó un gran cambio en el sector, que requería una adaptación de las redes de telefonía extendidas por el territorio.

Sin embargo, en España, no hubo una gran capacidad de previsión del impacto y desarrollo que tendría internet lo que, sumados a otros factores, provocaron que muchas operadoras de telefonía móvil multinacionales presentes en el país, como Ericsson o Alcatel, se debilitaran y se produjera una pérdida de presencia y caída del entramado empresarial.

Este proceso provocó que estas empresas extranjeras se fueran retirando progresivamente de nuestro país, y el escaso ímpetu, apoyo y desarrollo de la investigación en el sector, comparado con sus momentos de plenitud, hizo que este momento no se acompañara de un nuevo renacer. Sin embargo, están apareciendo nuevas opciones de desarrollo.


¿Hacia dónde mira el futuro de las telecomunicaciones?


Si bien el desarrollo industrial de las telecomunicaciones no es uno de los más destacados en España, son muchas las investigaciones y empresas presentes en este sector en nuestro país que han aprendido del pasado y buscan situarse a la vanguardia del mundo digital. Pero... ¿Qué posibilidades ofrece este mundo?

Por un lado, internet augura un desarrollo sin precedentes en ámbitos como el Big Data o la Inteligencia Artificial. Todo ello sin olvidar el fundamental espacio de intervención y desarrollo de las empresas de telecomunicaciones en robótica, automóviles autónomos o realidad virtual. Ya sea desde una óptica de I+D+I, instalación, mantenimiento o comercialización de productos.

Por otro lado, estas posibilidades, al utilizarse por las empresas y si cuentan con el necesario apoyo institucional, son a su vez una enorme fuente de empleo y formación para cimentar un auténtico talento digital que permita volver a contemplar un desarrollo de las telecomunicaciones en España que ya está ofreciendo grandes ideas y resultados. Además, el sector de la comunicación cuenta con la seguridad de que el crecimiento de su uso y popularidad, centrado actualmente en las posibilidades ofrecidas por internet, no dejará de crecer.